El detenido se acogió al silencio durante la audiencia de calificación de flagrancia. Foto: Cortesía

El sujeto que se tragó una cadena de oro valorada en 400 dólares para evitar ser capturado por la policía recibió prisión preventiva junto a su compinche.

Ambos fueron vistos por agentes de civil que les siguieron la pista por más de un mes y conocían que los sospechosos solían robar joyas a las mujeres que transitaban por el Centro Histórico de Quito.

Los agarraron cuando le arrancharon la cadena a una profesora de medicina, en la intersección de las calles Imbabura y Rocafuerte. El detenido creyó que al tragarse el accesorio se libraría de la ‘cana’, pero el ‘chistecito’ le salió caro.

El objeto permanece en su intestino. Foto: Cortesía

¿Qué implicaciones legales tendría el sujeto?

La abogada penalista Nathalya Salazar indica que en este caso existiría un concurso ideal de delitos. Hay un robo con fuerza y alteración de evidencias. En el último caso se podría hablar de una tentativa.

Según la jurista, de acuerdo con la norma legal del país, se debe aplicar la pena por el delito más grave, es decir cinco años por robo, “considerando además las circunstancias agravantes del caso”.

Además, Salazar explica que la cadena es muy importante durante el proceso porque es una de las pruebas que corroboran la materialidad de la infracción. Es necesario obtenerla hasta “para determinar si era de oro o no”.

Para conseguirla, según la abogada, el detenido debe defecar y, en los residuos, miembros de Medicina Legal deben encontrarla para que ingrese bajo cadena de custodia. “La dueña de la joya puede recuperarla una vez emitida la sentencia”.

¿Por qué le puede dar una infección?

El médico Patricio Castillo analizó la radiografía en la que se muestra que el objeto permanece en el interior del intestino del sospechoso. Considera que, por el momento, no existe obstrucción. Por ende, según él, se puede evacuar.

Sin embargo, el experto enfatiza que si no se extrae podría presentarse algún tipo de infección. Para sacarla, entonces, tendrían que hacerle una limpieza intestinal y una aspiración nasogástrica. “Luego se debería tratar con medicamentos por el riesgo de infección”.

Los sujetos que robaron un celular y quedaron libres tras pedir disculpas, en Quito

Los dueños de los negocios que están ubicados por la calle Imbabura revelan que el sospechoso que se tragó la joya solía ‘chorear’ con frecuencia por la zona. Según los archivos de la Función Judicial, este registra más de 12 antecedentes penales por el delito de robo.

Los moradores de la zona aseguran que el día del hecho, uno de los compinches del ‘traga-oro’ escapó por la calle Imbabura. Este supuestamente se llevó unos aretes que le habrían arranchado a una joven minutos antes del robo a la ‘profe’ de medicina.

Fuente: Extra